Fuí una niña intuitiva, muy creativa y curiosa, con una gran vitalidad y energía, con ganas de explorar, experimentar y comerme el mundo. Sin embargo, por encima de todo quería ser querida. Creí que para ello debía ser una niña «buena», obediente y aplicada. Así que me fuí inhibiendo, domesticando, sobre adaptándome para encajar en un modelo establecido. Me gradué en ingeniería informática y me he dedicado profesionalmente a ello durante años.

A partir del 2012, gracias a una profunda crisis personal a todos los niveles, se derrumbaron muchas barreras y, a partir de disciplinas como la Gestalt y las Constelaciones familiares, la participación en el programa SAT de Claudio Naranjo y en Renaciendo al ser con Cherif Chalakani, pude empezar a apostar por mí, por conocerme y quererme bien, y poco a poco reaprender a escuchar mi corazón. Recuperé mi pasión por la astrología, que había estado allí, desde siempre, escondida, al igual que mi amor por la escritura y las artes plásticas.

Abrirme a la astrología fue un punto de inflexión en mi vida. Me aportó una comprensión profunda y completa de mi ser, descubrí que lo que andaba buscando ya estaba en mí. Inicié un camino de autoaceptación, de comprensión de mi destino, dónde encontré la paz que tanto anhelaba.

Me formé en Cosmograma y con Silvia Neira, a quien considero mi maestra y con quien tuve la suerte de realizar diferentes seminarios y posgrados de interpretación, así como dos años de trabajo personal, a partir de la carta natal. Todo ello dió lugar a un proyecto personal enfocado en apoyar el proceso de Ser a través de la Astrología humanista y psicológica, en el que también incorporé el trabajo con playmobils desde la visión de IFS (Internal Family System), para favorecer el ritmo del proceso y la posibilidad de integración.

Sabía que en este recorrido faltaba algo imprescindible, incorporar el cuerpo como parte del proceso, tanto del mío personal, como del de las personas que acompaño. Realizar la Formación completa de Bioenergética y Eneagrama, e incorporar la bioenergética en mi vida, me ha permitido recuperar mi propia fuerza y vitalidad para confiar plenamente en mí y en la vida.

Desde 2020 doy a conocer la astrología y acompaño a otros a redescubrir su esencia desde la mirada integradora de la totalidad que nos habita. Somos una semilla que aguarda ser desplegada. La astrología aporta una comprensión profunda, completa y personalizada de ese potencial infinito que somos, así como de los retos y las claves para nuestro florecimiento. Dar a conocer este lenguaje como una guía que acompaña nuestro proceso de evolución personal, da sentido a mi vida.

Creo que un mundo mejor es posible en base al crecimiento personal individual, nutriendo la semilla que somos para ofrecer nuestra luz a los demás.